No le otorguen, con agrio escepticismo,
a algún rapsoda el mote de ripioso,
si usa en algún poema, perezoso,
frases hechas, y nunca por él mismo.
No es fácil evadirse al facilismo
del ripio, pues resulta arte curioso,
benéfico, fecundo y provechoso,
mar insondable y frío, en cuyo abismo
se ha sumergido el que usa coletillas
- sea lo que eso sea; yo no lo sé -,
logrando descubrir mil maravillas.
Por si acaso, o no al caso, les diré
que la vida es muy corta, y mucho brillas
- ¡sí, tú! -. No he dicho nada, y ya acabé.