Eres igual que rosa, suave, blanca,
Que me brindaste, tu gran amistad,
Yo quisiera, que fueras rosa roja,
Y por siempre, me amaras de verdad.
Tu voluntad sin mancha, luce sana,
Como un volcán ardiente, es mi pasión,
Con tus jugosos labios, de manzana,
Con el tiempo, robaste mi razón.
Suave como las olas, del alta mar,
Yo igual que olas feroces, en la costa,
Buscando y pretendiendo, a ti llegar,
La prolongada vida, siento corta.
Vas cultivando bellas, rosas blancas,
Das tu amistad, a nuestros semejantes,
Yo cultivando tiernas, rosas rojas,
Y que quiero en tus manos, entregarte.
Grande es la pasión, que tu me inspiras,
Cuando te miro ya, no se que pasa,
Lo digo, para nada son mentiras,
Soñando cuando, estarás ya en mi casa.
Luchar por tu amor, nunca será en vano,
De alguien que en este mundo si te adora,
Que sueña solo, con tocar tu mano,
Es de este mundo, lo que tanto añora.
Si es que tocarte, tu mano lo anhelo,
Que fabuloso, si tu amor me toca
Que dicha enorme, con mayor consuelo,
Llegar un día, yo a besar tu boca.