Ante nosotros un universo
que se expande;
detrás queda el suelo, aromas y flores
las aguas, el amor.
Entre cielo y suelo un pequeñito
espacio donde vivimos y arriba las estrellas;
fuimos afortunados…
de los pocos
en poder escapar al día final.
Sumergidos en el silencio, viajando en la espiral
en absoluta ingravidez,
en años luz medimos la distancia…
Y corre el tiempo.
Por nuestra única ventana vemos
hacerse cada vez más pequeña
lo que fue nuestra tierra amada…
sin saber si algunas vez volveremos
Hoy regresamos a casa,
solo la inmensidad nos rodea;
la indescriptible belleza en el jardín de la noche.