Santiago Miranda

La actualizaciĆ³n del padre

 

Admirar esto o aquello
caer en las luces o redes
en una atracción inminente
de la lámpara a la que recaen
todas las dispuestas atenciones

 

Al centro de la aglomeración, una voz
en las pantallas desplegadas, una voz
en los diarios de ayer y hoy, una voz
en la intimidad vacía solo un hombre yace

 

Esta masa que ya se ha dado, en todos
tiempos en todas partes, es un peligro
hermano, dejarse iluminar por un fuego
ajeno, permitir el habitar de un deseo
externo, para sentirte uno parte de algo

 

Que no existe ni existirá, jamás
el reunirse completo en el otro, jamás
frente al peligro la absoluta seguridad, jamás
la reducción de la incertidumbre o la oscuridad, jamás

 

No decaer en la atracción del carisma
aquella espuma en la ola de la ovación
no reposar en el tibio mareo, donde nadie
piensa el instinto que se deja expresar a través de tí

 

II

Buscando en todas las esquinas, un padre
así te hallé desvalido, en tu camino
al refugio pleno, al edén
prometido, no creas
ya en él

 

El líder, amor, el padre inequívoco
todos buscando su única aprobación

 

Todos los dioses eternos, el totém
la estrella, la cruz, ¿oh Dios
padre, por que siempre eres
hombre?

 

El árbol, aquel primer obelisco
que conjuga inframundo y cielo

 

Él, el único que, al contrario
de nosotros no evidencia vacío
-la felicidad irradia y la ira -

 

Aquel prisma imantado vigila
lo es todo para lo mirado
-y no al revés- un fantoma

 

El ideal del yo, mi bien, disuelto
a darle la espalda, la vuelta nuestra
Ambivalencia es; veneración y odio

 

III

Somos un mosaico en blanco
y negro habitado por otros
y en cada uno de los cuadros
nuestros, reside una imagen de él

 

(Yo) Cargo el apellido como estigma
el espíritu de flora o fauna
encarnado después de la manifestación
divína -se prohibe introyectarlo;
esto es, destruirlo o tragarlo-

 

Allende la envidia de la mejor posición
su figura, Una fuerza siniestra donde confluye
muerte, del misterio y origen

 

Cuidado, con la aprobación de la masa
siguen ciegos al ídolo brillar, un barranco
luego, se aproxima a ser la historia que perdura

 

De la modernidad, el cadáver primordial
lega un pacto social; no matarás. me persigno
en el hombre del padre, todos como hermanos
-despedimos al que nos toma como niños
al sepultar su religión -