Quisiera recostarme
sobre tu pecho sin permiso
para que me envuelvan los versos
que aún llevas escondidos...
Que sea tu poesía
el abrigo que me socorra
en mis horas mas oscuras
donde decaen mis fuerzas
y me gana la tristeza...
Con tus manos de tinta
me regalarías caricias
despertando mi piel
esfumando lis fantasmas del ayer...
Junto al decir de tu poema
rimar las ilusiones
donde tú perpetues el deseo
y libremente yo
me una en un vuelo placentero...
ESMERALDA