Origen de mi ser, mujer tan santa;
tan fuerte, tan humilde y abnegada.
¡Lo diste todo!, ¡recibiste nada!,
mas siempre fiel amor en tu alma canta.
No merma en ti el cariño, sino es tanta
la magnitud de amor en ti encerrada,
que sólo el Padre Dios, oh madre amada,
en amar y en querer se te adelanta.
Tú fuiste de mi endeble y pobre infancia,
el muro donde yo me sostenía;
y hoy eres de mi vida la fragancia,
y en este 10 de Mayo, mi poesía...
¡¡ Mis versos devorando la distancia
te llevan en su esencia, el alma mía !!.