Esteban Mario Couceyro

El inevitable destino

Los vientos, tensan las velas, llevándome al inevitable destino

..........

las aguas en calma

un horizonte brumoso.

Hace cuatro días

dejé el puerto.

 

No volteé la mirada

no pude hacerlo

allí quedaba la vida

el pasado

ella

mirando, como cada vez

que partía

me iba por ese horizonte

tragado por las brumas del atardecer.

 

Tensaba las velas

dándolas al viento

como tantas veces lo había hecho

solo que esta

……………

esta

será la última vez.

 

Anochece

y las estrellas

comienzan a mirarme

…….

como sus ojos

extrañados

al decirle

al contarle que no podía regresar

no tendría sentido hacerlo

por qué

...........

por no morir en sus brazos

si en ellos he vivido.

 

La noche es profunda

las estrellas me guían

mientras los recuerdos

se presentan

……...

qué buenos momentos fueron

aquellos años

en que la conocí

su aroma

las flores

el sol tibio.

 

El viento aumenta

cambio el ángulo

el velero

va cortando el agua

siento la sal

en mi boca.

 

Esos primeros besos

la urgencia

el pecho explotando

la naturaleza del amor

…………..

qué bella estaba

tan joven

sus cabellos.

 

Lloró amargamente

no quería que partiera

me dijo de su amor

que hiciéramos

un viaje juntos

que me amaba.

 

Las olas encrespadas

golpean por estribor

corrijo la derrota

dando proa

arriando

la vela mayor

solo dejo el foque

fijando dirección al viento.

 

Qué duro fue

explicarle mi plan

que debería hacerlo solo

no dejar ese mal recuerdo

que solo la abrazaría

con la fuerza que aún tenía.

 

Ahora

…….

agotado

fijo el timón

y entro a la cabina

por fin puedo

descansar.

 

No puedo dormir

me amarro a la cucheta

pero los recuerdos

cobran vida

uno tras otro

..........

siento la risa nerviosa

de ese primer día

recuerdo la emoción

al pedirle la mano

……….

y sus ojos

al decirle

que no regresaría

que ya no podría

volver.