Wellington Rigortmortiz

* El Duelo

 

Malditos recuerdos,

cuantos son,

alimentando el rencor

envenenándome

el alma y el cerebro,

amor asesinado,

pudriéndose

en un sarcófago

de sentimientos

tan inmortales

como tu indiferencia,

mientras tanto,

el tiempo transcurre

tan antipático y visceral

en silencio constante,

llenando de expectativa

he incógnitas,

cuanto habremos cambiado,

…quizás ya para bien;

nos re encontramos

cada segundo

mientras respiramos,

mientras recordamos

anhelos, palabras, caricias

alejadas de toda perversidad

cuando prevenido mate

mis verdaderos sentimientos,

hoy, como que doy una razón

a esa actitud

que tache de estúpida.

 

Mi alma, atraviesa el umbral

sin mirar atrás, mientras,

sus gigantescas puertas

se cierran abruptamente

al mismo tiempo

que las del corazón lo hacen

esperando en el limbo

por casualidad

volver a enfrentar

nuestras miradas

que dejaran de incitar al duelo

para demostrarnos

cuanto hemos crecido,

cuanto hemos odiado

o cuanto nos hemos amado.