Sueño , ya es hora,
infinitos sueños pueblan
el desierto de mis manos que escapan, brújulas ansiosas,
en un norte imposible.
Te quise, es cierto
¿puede importar ahora no saber decirlo en poemas?
Te quise, es cierto
y recordaré siempre
el músculo convertido en metáfora
esa sentencia, de aquel, tu maravilloso poema.