Sinceramente no sé cómo te conocí, yo recuerdo que en la fiesta estábamos alejados pero con la música los cuerpos se fueron pegando, hubo mucha charla pero no con la boca y mientras más bailabas mi mente casi explota, tu tomaste y yo tome, te emborrachaste y te ayude recogiendo tu pelo; recuerdo que era sedoso, abdomen plano y buenas piernas, bailamos tanto que la noche se hizo eterna.
Paso un ratico y se fue el alcohol, tu recargada sobre mi hombro mientras contabas historias de tu pasado amoroso, yo levante tu cabeza de forma dulce me fui acercando, junte mis labios con los tuyos, después mi mano sigilosa te acaricio de forma suave, tú te diste cuenta pero no me negaste, seguiste el juego y te pegaste de forma grata tú te dejaste.
Sentimos como el tiempo se paró y que en esa fiesta todo el mundo se borró dejándonos solos, frotando nuestros labios y con un juego de manos que nos iba calentado, yo te invite a salir para alejarnos del ruido y seguir la fiesta en mi cuarto desvestidos, tu aceptaste y te sonreíste dejando claro lo que seguía, una aventura tan excitante que dejaría una historia que se recordaría bastante.
Siguiente fondo era mi sala donde no esperaste nada para que la ropa volara, tú me decías que estuviera listo para una noche que se escucharía muchas veces como se golpeaba el piso, todo comenzó y lento a lento me beso, yo seguí besando desde arriba hacia abajo, tú me mirabas con mucho gozo y yo solo pensaba “esta noche te destrozo”.
Seguido el acto donde el amor no pasaba por la mente de ninguno de los dos, tú me pedias que le siguiera y que poco a poco aumentara la cadencia, llegamos al clímax pero no nos importó, pensábamos solamente en el segundo asalto, hubo un tiempo para tomar el aire pero no dejaste y de pronto comenzaste, con las caricias y el sudor que emanaban nuestros cuerpos durante la acción.
Se fue el tiempo volando y me di cuenta de todo lo que duramos cuando el sol se asomó por la ventana, dejando en claro que ha llegado la mañana, te levantaste y te vestiste, después me miraste y sonreíste, diciéndome sin nombres para que el juego sea simple. Solo recuerdo como era tu voz aparte de tu regalo puesto sobre mi buro, con un recado que decía te veo en otra ocasión pero que quede entre nosotros esta historia de pasión.