Ángeles
Como lloro ante el luto mío
percibiendo la sangre en su recorrer,
no me quisiera estremecer
pero sé, que todo va al vacío;
¡Oh, Señor!.. ¡Dios mío!..
Como duele a los niños ver,
sus cuerpos regados por doquier
en sábanas blancas, no por el frio;
de ambición se alimenta el impío
que armado no desea retroceder,
no le importa el mínimo padecer,
ni las muertes que se lleva el río;
ya no existe para mí, un sonrío,
ni habrá alegría en el atardecer,
ya no corren los niños por doquier
hoy duermen… esperando su estío.
(victolman)