Abraham Emilio
80 y 20 (Soneto)
Salimos ambos luego del cortejo,
tenía la belleza y faz de rosa,
y llena de inocencia candorosa....
¡no creía que amara a mí, el viejo!
El efebo reía a lo perplejo
al verme con la dama más hermosa,
mujer que me besaba tan gozosa...
Decía: ¿eres su abuelo Don pellejo?
Para el amor no influye ya la edad,
pues eduqué el amor de la experiencia
y nuestros corazones se juntaron.
y viéndonos tan juntos se burlaron
por la chica y el viejo en mi apariencia.
¡¡Dudé si ella me amaba o no en verdad!!