Hay un instante en el que el tiempo muere,
se detienen péndulos y agujas,
el sol estalla, las mareas cesan,
el viento calla y el dolor se oculta
Hay un instante en el que dios me mira
a través de tus ojos encendidos,
mientras mis manos tejen en tus cuerdas
un tapiz de suspiros y gemidos.
Hay un instante en que tu voz se eleva
al útero del cosmos primigenio,
tu cuerpo celestial se hace visible
y tu suspiro atruena el universo.
Hay un instante en que la vida brota
de las fuentes profundas de tu sexo
y su corriente me arrastra desbordada
hasta fundir en su lava nuestros cuerpos.