Me dí a la búsqueda de un camino frondoso,
sin descanso, descifrándo el misterio
del despertar milenario de siléncios,
hacia la libertad.
En mis manos aromas de rosa,
fragancias de todas las ternuras,
esencia pura femenina,
ritual de sabiduría ancestral.
Acerícos de lapislázuli
donde hincar toda maldad,
generadores de salud
sostenedóres de integridad,
queriendo y más queriendo
sensaciones dulces de bienestar.
La sonrisa cosida con perfume de bondad.
Me abandono a una suave caricia
sobre la piel melocotón,
o tal vez arrugada ¡que más me da!
los días de los últimos otoños son más sabrosos.
Sólo quererme y un querer sentir danzar
el corazón libre, la sensualidad resbalar
como gotas de miel en equilibrio
hasta encontrar un paraíso de relax.
Y así brillar, más que la luna con encaje de plata,
el sol vestido de diamantes,
y cien estrellas difusóras de luz y espiritualidad.
Me adentro en la alquimia del sentimiento
me dejo querer por tí que me sientes,
una mezcla de gozo y divinidad.
Cuidados dentro relucen lustrosos,
aminoran las arrugas de fuera
de la \"diosa adormecida\"
que todas llevamos y escondemos.
¿Cuánta belleza y guapura nos cabe dentro?.
Corregido 11-5-2017