Y me abanicaste tres ases
sobre la mesa al tallar
pero se te olvidaba que para ganar
no solo son las cartas
si no tus ansias de ganar,
tu autoridad moral,
y la solidaridad
Vi tapados bajo mi mano
un par de cuatros,
un siete, un dos y un as
pero a mi lado tenía
el suficiente oro
para jugar todo el día
en mi la solvencia
y la paciencia
para soportar reparos
y otros agregados
y si acaso hacía falta
una agenda con la gente
que solo no me dejaría
Asi que cuando aposté mi resto
palidecieron tus mejías
se eclipsó el sol de la victoria
que destellaba en tu frente
sacudió tus manos un terremoto
y se dejaron caer como un rayo
en estruendo tus puños colapsados
Para el póquer en las manos
debes llevar más que la suerte,
más que el deseo…
esas cosas intangibles
que te harán un GANADOR