Hay poetas que cocinan
delicados platos que alimentan
el alma y que acompañan la vida
y así nos muestran lo que aman
y lo que en su corazón anida.
Hay poetas qu,e a sabiendas,
montan una churrería
y sus palabras desbordadas
huecas,
vanas y zurridas
son simples buñuelos de viento
Solo son palabrería.
Para cocinar bien un poema
debe llevar como condimento
algo más que miel de caña
nunca más ingredientes
que las mismas entrañas.
Ha de ser buffet continuo
no un catering de mañana,
no es dar de comer a quinientos,
es mostrar cómo se ama,
es quedarse sin aliento,
encender una gran llama.
y hacer un plato suculento
cocinando en el alma.