Me estremece esta lluvia que cae a borbotones ,
repicando insistentemente sobre mis miedos.
Brotan cascadas del cielo, como columnas de agua
entre las que se abren paso, los rayos de sol de la tarde.
¡ Y relucen sables que cortan el aire con golpe certero....!
Sables deslumbrantes que me hieren el alma,
que rasgan los hilos que la amarran,
que la destrozan...
Y sus pedazos se diluyen en el cenagal de la existencia
para depositarse después, en la hierba sombría