Hoy despierto nuevamente pensando en tí,
me astillan los recuerdos,
mi corazón de madera.
Te siento, no te siento,
fría piel y tempestad,
las figuras del silencio,
sueñan tu rostro acariciar.
Y me despierto y me pierdo,
ante tal fatalidad,
la verdad de mi pecho,
dice que nunca has sido real.