Ahora tengo la palabra perfumada,
hay una lluvia dulce sobre bosques
de Quisqueya
y una selva virgen bajo el viento…
Ahora,
creo verbos y fonemas
y una prosa amarga
cada tarde
para escribir la brisa
en tonos de silencios.
Ahora de letras,
de signos y
de aves que se duermen
sobre el hilo de la tarde
mientras suenan causes,
rios de palabras y de sueños.
Hay un bostezo enorme
y sin silencios
una bocanada
de improperios.
Raices de humanos
que no sueñan
y cantos de mudeces
y de sombras en las nubes.
Ahora no hay perfumes,
ni aromas
ni esencias…
solo este maldito olor
a tu presencia.
Carlos Banks 2017