Lila Mariell

PACIENCIA

Amo su paciencia, y a la misma vez su firmeza

que no me deja caer,  sí, yo no aprendí a amar equilibradamente,

yo no estallo, soy débil, demasiado delicada, nada efusiva, a la vez tan exigente,

tiene sus aspectos buenos y malos.

pero él puede lidiar con este torbellino de emociones que no sé controlar.

Me escucha, sonríe, no sigue la pelea, me aconseja, 

hace que abra los ojos y no dude más,

me abraza y hace que olvide cualquier nimiedad,

me entrego a ese amor suyo,

tan suave, tan comprensivo.

Otro hubiese salido corriendo, él corre el riesgo, se queda y si pregunto por qué,

me dice que él vino a este mundo a combatir contra mis demonios y amar aquello que soy por dentro, que oculto de otros.

Cualquier argumento me basta, yo sé que estábamos predestinados.