Perdón por estas imágenes
robadas de tus movimientos
al caminar flotando
en mis adentros.
Te veo en todos lados
con tu andar volando,
escucho el canto
de la armonía de tus risas,
en cada arista veo
lo sublime de tu sonrisa.
Ya no hay imagen fea
en este mundo loco,
ya todo tiene un tinte,
una forma relacionada
a la belleza de tu esencia,
a la alegría que siembras
en las huellas que dejas.
Perdón
por estos pensamientos,
te desnudan sin tu permiso
observan más allá de tu físico,
se deslumbran con tu alma
los sentimientos que emanas
en las grietas de mis entrañas.
En ruinas me encuentro
pues solo vivo por tus besos,
por esos labios carmesí,
por esa lengua de fuego,
por tus palabras al sentir
al componer un te quiero.
Perdón por sentir amor
sin aún hacerlo.
Por morir en tus miradas
que cautivan las heridas
de mi alma.
Sé que moriré en tus sabanas
después de escribir el verso
que enamoré tu intelecto,
después de marcar tus besos
con las rimas de mi calma,
después de enamorar tus fantasmas
con mis letras olvidadas.
Ahí enfrente de tus miedos
el ritmo de mi tintero
escribirá el más hermoso
de los te quiero.