Puedo sentir como el frío cala en los huesos,
como la tempestad azota mi cara sin ningún
tipo de remordimiento. Y me hace pequeña,
invisible en medio de tanta gente.
Y una pregunta viene a mi mente.
¿Qué es el sol sin la brisa?
¿Quién soy yo sin tú sonrisa?.
Esa sonrisa que me encandila, esa sonrisa
que me hipnotiza. Pero para que seguir
mintiendo si me hago frágil cada vez que
no te encuentro. Sintiendo en mis adentros
que las palabras se las lleva el viento,
tratando de entender cada momento.
Queriendo sobrevivir en una agonía,
luchando contra lo opuesto ocultandome
en la oscuridad, abriendo lo que soy por
dentro, sintiéndome desnuda sin ningún
abrigo, acariciando mi rostro perdido.
Buscando la salida y encontrar una guarida.
Refugiandome en este mi sentimiento que
me acosa y me hace prisionera.
Sintiendo que el hablar y decir lo que
siento es lo peor que he descubierto,
que la liberación no está cerca ni siquiera
por un momento.