Los zapatos de mi mamá me quedan grandes...
RECORDANDO A MI MADRE, UNA MUJER MARAVILLOSA!!
La verdad que en estas fechas del ‘Día de la madre’
Muchos suelen decir;
“Mi mamá, es la mejor mamá del mundo”
Yo solo diré, que sus zapatos me quedan grandes.
Ella, quedó viuda joven, y no se volvió a casar.
-Tenia pretendientes, ella, se enfocó en nosotros-
Mis dos hermanos mayores, ya casados,
Éramos cinco hijos, dos mujeres y tres varones,
y cuatro nietos, dos varones y dos mujeres,
hasta ahora, ellos son como nuestros hermanos.
Desde que tengo uso de razón,
nunca nos faltó que comer.
Estábamos en colegio de paga,
ella quería tenernos más cerca de la casa.
Mi mamá, se levantaba de madrugada…
a partir leña, y hacia tortillas, para vender
y también a despachar a la gente, que llegaba a la tiendita.
¿A qué hora dormía mi mamá? No sé!!
Dormía cuatro o cinco horas diarias.
No hay un día qué yo no recuerde a mi madre,
Ella era fuerte, valiente, servicial, con principios morales.
Nos enseñó a trabajar, y a ser honestos, leales, fieles,
Nos dio con su ejemplo tener fe en Dios, y en nosotros mismos.
Recordándola! me doy cuenta, qué sus zapatos, me quedan grandes!
Yo nunca me he levantado a las 5:00 de la mañana, a partir leña.
No he tenido que amasar, veinte kilos, de masa,
para hacer tortillas para vender todos los días.
no he tenido que madrugar a atender una tiendita.
Mi mamá es única!! su ejemplo es su esencia de mujer y madre.
Soy lo que soy, gracias a una mujer maravillosa, justa y honrada,
Ella, dio su vida trabajando, por amor a sus hijos y nietos.
Vivió noventa años, todavía lúcida, cuerda, amando a sus hijos,
nietos y bisnietos, sus pasos siempre a la iglesia la condujeron.
mujer de fe, en Dios, mujer virutosa, amistosa, compasiva y generosa.
Su recomendación número uno, que como hermanos, siempre nos apoyáramos,
y viéramos uno, por el otro. Hoy, solo quedamos tres, de sus hijos, de 13 hijos,
que dio a luz,yo la mayor, de dos varones, que siguen de mi.
yo la mayor, de dos varones, Ella era muy generosa, teníamos una noria,
y regalaba el agua a las vecinas,.Así era mi madre, digno ejemplo a seguir.
... Y hoy, me doy cuenta que sus zapatos me siguen quedando grandes.
Alicia Pérez Hernández
-No es la pluma la que escribe, es el alma
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Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. Proverbios 31\'10