Con pasos lentos y pequeños
como queriendo agarrar el tiempo
iba caminando por el campo
mi madre hace muchos años.
En sus pequeñas manos
siempre inquietas y laboriosas
aguardaba sus bellas sonrisas
como disimulando el amor a sus hijos.
una década ha cubierto
su gentil figura
que llena de ternura
nos mostraba su corazón abierto.
Acosada por la brega diaria
su espalda ya era curva
como si estuviera cargando
la historia de cada uno de sus hijos.
Su figura de alma enjuta
su sonrisa de eterna inocencia
hoy sólo me recuerda
su infinita paciencia.
Gracias madre mía
allá donde estás
se que estarás bendiciendo
a cada uno de tus hijos.
Lima 12/05 / 17