ADANS BECMAN

MI PADRE,COMO UN ÁRBOL FRONDOSO.

Te fuístes, dejando tu mirada

clavada en mi corazón

sin una palabra

no podías, la noche fría

tan fría como el dolor...

No llegástes a echar raíces

sólo fuístes un árbolillo

a la orilla de un camino...

No crecístes demasiado

tu tronco no fué fuerte

tus ramas no dieron sombra

hojas verdes no tubíeron...

Tu fruto ¡ Ay tu fruto !

árbol caído, no tubístes...

Se secó la fuente

los manantiales, no llovía

era tarde, se fué...

Ya no canta su bocecílla

por el camino..

ni los trinos del ruiseñor...

Volverá, a brotar la fuente

y regará de nuevo tus raíces

y crecerá tu tronco fuerte y robusto

y tus gruesas ramas

darán sombra al caminante

y yo estaré contigo

jugando como un niño

y feliz, felíz para siempre...

 

Odio el tiempo que todo lo borra

yo quisiera tenerte 

siempre en la mente

y llorárte a cada hora

tú que descansas en la muerte...

 

Pero es amarga la verdad

cambio el llanto por la risa,

pues reír es olvidar

y se pasa la vida más deprisa

¡ Que queda ! Solo la amargura

en un mundo de locura

de este circo, trapecista...