Espero la noche como la luz del alba,
tu cabeza en mi hombro
tu pecho palpitando,
nuestros corazones latiendo en un suspiro,
el murmullo de nuestras confesiones
el eco monacal de nuestros besos
el diálogo lunar de nuestras manos.
Espero la noche como el agua de Mayo
para empaparme en ti,
para escucharte gotear en mis mejillas,
para salir desnudo a patear los charcos,
para sentirte resbalar en mis cristales
tintinear en el alfeizar de mi alma
y escucharte cantar por mis aceras.
Espero la noche para enredar tus muslos en los míos,
para beber tu aliento,
para enroscarme en tu cósmica cintura,
para oler el perfume del rocío
que engalana tus hojas,
para sentirme un niño,
para sentir nuestros pies acariciarse
y perder la consciencia y los sentidos.