Rafael Parra Barrios

Mamá: Bienaventurado sea tu honor!

 

Mamá: Bienaventurado sea tu honor!

I

Con tus ganas conquistas el cielo,

trillando surcos de amor,

paso a paso con tesón,

mano a mano con devoción,

abrazas su corazón.

Mamá, es tu vientre

cauce del fervor,

aquí estamos unidos,

somos tu pasión.

Te brindamos nuestras vidas,

honramos tu comunión.

II

El Cielo ora por ti,

sabes que es así,

tu le distes todo,

te cuidan con frenesí.

Aquí, tu familia

henchida de emoción

celebra tu dedicación,

acendra tu abnegación.

III

Madre hoy proclamamos...

Tu belleza interior abraza,

tu mirada bendice,

tu tierno rostro alegra,

tu andar señorial inspira,

tu fe da confianza,

tu voz camino a la paz;

tu amor, la plenitud,

plenilunio del hogar.

IV

Excelsa madre,

savia briznada de oro,

plena de misericordia,

atestada de tesón,

enorgulleces la existencia,

escenario multicolor, 

y con fanfarrias angelicales

y salmos de Dios, oramos,

bienaventurado sea tu honor.

V

Mamá te pareces tanto a Dios,

que te veneramos,

cual fulgor de la mañana,

que levanta nuestro ánimo.

Tus bendiciones de paz

izan la fe familiar,

otean la senda tropical,

emrumban destinos,

glorificando caminos.

VI

La gloria eres tú,

el cielo a nuestro alcance,

allí imbuidos todos, 

celebramos tu canto,

familias y amistades

danzan unidos alegres,

honran tu natalicio,

prenden el bullicio,

el fulgor de tu lirismo.

VII

Madre querida

Dios te bendiga,

hoy con frenesí

festejamos con ternura

tu inmortalidad

de dicha y felicidad,

arrullo y hermandad,

forjando equipo y voluntad, 

estrellas titilando

señalan tu deidad,

alumbran la realidad,

con alborozo

abanderan tu verdad.

VIII

Mamá empinada estás,

eres la épica de la libertad,

la heroína de la familiaridad,

la epopeya de la paz,

la estrellita del hogar,

que ilumina derroteros,

avivados con denuedo,

aquí pues está tu equipo,

el de tu lar,

dispuesto a conmemorar,

tu inapelable eternidad.