La noche se ha ido,
la razón, la paz,
dormir despacio,
sintiendo el calor
en cada silencio.
Ella navega en el tiempo
y sabe que el mundo
le espera.
El aroma del mar
y asa voz oculta
en el rumor de las olas.
Mi Hija se va,
yo lo sé,
la madre le espera,
mi esposa cansada
llora a lo lejos,
tal vez,
mis ojos nublados,
voces lejanas,
tal vez,
mi Hijo me recuerde.
Florida, Miami…,
dos maletas ocultas,
Ella se va,
lo sé.
Dejarme aquí,
le partirá el alma,
se irá en primavera,
cuando comiencen las lluvias
y el cielo se torne gris.
Por primera vez,
después de cuatro años,
mi Hija y yo
brindamos con vino,
reímos, cantamos,
hablamos con la Madre,
con mi Hijo,
la magia del celular.
Ellos allá…,
sin embargo,
mi alma lloraba
de alegría
y mi Esposa lloraba
de pena,
de amor…,
de lejanía.