Cuando el hombre es un silencio
mordiendo su propia niebla
y la luna solo polvo
de garganta en el poeta;
cuando el sueño es pesadilla,
grito a un alba que no llega;
cuando el mundo sea escarcha
ante el Otro, ante la selva;
cuando coma el cuervo luz
de un niño muerto en patera,
cuando el frío del alambre
cerque a otro y no dé vergüenza;
ese cuando es un ahora
en los humanos que vendan
ojos por treinta monedas.
Es la muerte del Poeta.