Eres tormenta que embriaga los sentidos,
que desgarra, que absorbe, que consume
que se lleva todo lo que a su paso enreda,
que azota las ventanas del deseo que me encierra,
que me invade, que me llena…
Coqueteas como los pétalos
pintados de esas plantas carnívoras.
Me tientas, me engañas con tus gestos.
Y cae la ingenuidad, es asfixiante,
es torturante sentir que no te he tenido,
sentirme ausente de tu vida aunque
siempre haya estado lejana a ella.
Luego de ser tormenta,
eres paz en mis entrañas,
eres agua que calma la sed,
eres la caricia que deseo obtener.
¿Quién esta en tus pensamientos?
Envidiaría aunque sea uno de ellos,
extrañaría el sabor de tus labios
si por lo menos los hubiera probado.
Saborearía cada movimiento, cada gesto,
cada palpitar que se juntara con mi pecho.
Si supiera que es tenerte seguro que no
me gustaría despedirme de cada vez que
te tenga, como no soporto cuando te vas…
Como no soporto tener que imaginarte
con otra persona que no sea yo…
pero es la realidad distante a mi.
Porque no estas solo,
una corazonada no falla,
es el instinto que roba la esperanza
y como el trigo se me desvanece de mis manos,
y solo queda la nostalgia de saber que te conocí
y no puedo ni siquiera hablar para decirte estas palabras,
y tener que callar como siempre que alguien me interesa.
De tener que tragarme estas ansias y ser solo tu amiga…