\"Que no entres, dócil, a ese reposo;
ebrio y en canas, ya muerto el día,
a la luz tenue impreca, rabioso.
Si el sabio asiente a su tenebroso
fin, pues la luz su genio no hendía,
no entrará, dócil, a ese reposo.
El bueno llora, en mar proceloso,
que no alcanzó la verde bahía,
y a la luz tenue impreca, rabioso.
El loco que ata el sol, con su gozo,
ya tarde, ve que afligió su vía,
mas no entra, dócil, a ese reposo.
Si agonizante, y ciego, el pomposo
atisba el brillo de la alegría,
a la luz tenue impreca, rabioso.
Maldiga y bendiga, tu furioso
llanto, padre, yo te rogaría.
Que no entres, dócil, a ese reposo.
A la luz tenue impreca, rabioso.\"
(\"Do not go gentle into that good night\")