RIVAS JOSE

Personalista

Personalista somos  entre el umbral del tiempo y el despiadado  celaje

en el cual el instinto subliminal del deseo material con esa mezquindad negra,

ahoga al hombre en general para solo dejar relucir el vasto carbón que

arropa sus múltiples circuitos eléctricos dentro de su cerebro ya mezclado del carbón...

 

 

Carbón del pecado que disipas las furias alegres y falsas de malestares sulfúricos

entre aquellos caminos de la vida que abruman el paso del hombre en general,

para solo replicarle al pensamiento espontáneo y saliente de aquella

débil e indefensa decisiones cruenta entre dos flancos fulminantes... 

 

 

 

Fulminante odio es el primero que brotan tus ojos cuando observan  las miles caras

de los seres humanos dóciles y débiles como la indefensa natura muy leal,

pero solida como las rocas que desprende una coraza llena de sabiduría ante las

mezquindades indistintas y floqueada de tu personalismo...

 

 

Personalismo muy mezquino que resuenan con furias las frías palabras

tan falsas como tu alma   cuando no censan  la retórica encendida de tu voz al  desliz,

tan vil y negro como el carbón mezclado de la roja lava volcánica tan caliente

como aquel egoísmo tácito y repugnante  que envuelven tus manos  duras y agrietadas...

 

Fulminante roca negra que cruzas las capas protectoras del cielo y materialismo es

el segundo  el cual se inserta entre tu fría alma para solo desear lo ajeno impuro,

lo cual no te pertenece ya que Jesucristo no te abre el celaje de las bendiciones

para que te apoderes de lo que siempre a  sido ese  ser humano muy noble y leal.

 

 

Lealtad a la vida del prójimo y amor extenso es lo que nos inculca el maestro

para que perseveremos en  los infinitos caminos del éxito y la superación,

en donde la mentira es congelada frente a los crueles ángeles caídos que han

adormecido a la gente noble con sus insistente palabras muy  buenas para ellos mismos...

 

 

A usted hombre político de esta nueva generación que tocas muy incesantemente

con las yema de tu dedo índice derecho el centro de las gafas puestas en tus ojos,

nerviosismo  expandes ante al mundo cuando sueles aparecer en la televisión muy cansado

y con vejes prematura por la maldad que rueda  de tu cerebro  hacia tu garganta...

 

 

Garganta de fuego muy explosiva que sobornan con encantamientos de serpiente

durmientes entre tus instinto venenosos la susceptibilidad de todos los hijos de Venezuela,

la cual te dice  no ataques más y recula al tribunal supremo divino el cual te

juzgara por tu pugnas y mala acciones amarillentas en el sentido del mal...

 

RIVAS JOSE

Barinas – Venezuela

15.05-2017