Cuando llega la desgracia
No te angusties por lo vano,
Que te preocupe tu hermano
No pasajera falacia;
Debes tener esa audacia
De resolver lo cercano;
Convertir lo enfermo en sano,
Ser cual fecunda farmacia;
Ay de aquel que se lamente
De todo cuán se ha invertido
Y que se quede inconsciente
Por llorar cuán se ha perdido:
Procura ser diligente
En rescatar al herido…