Te fuistés una mañana
fría de invierno
todo fué tan rápido
que no lo esperaba
me quedé helada
caída sobre tu pecho
como un barco a la deríba
navegando sin rumbo
todo se desvanece
se cae el árbol
y se secan las ramas
los pensamientos, las ilusiones...
Recuerdo las melodías
de tu guitarra,que tanto
te gustaba tocar
y los recuerdos de niña...
esos que nunca se borrarán
las anécdotas que me contabas
el tiempo que pasamos juntos
¡ Yo era la niña de tus ojos !
a través de mí mirabas el mar
siempre de tu mano, feo
cuantos ratos maravillosos vivimos
cuantas cosas compartimos
el cuidado que me dabas
con cuanto cariño, padre
siempre humilde y paciente
trabajador incansable
para darnos lo mejor que había
para eso nunca llegástes tarde
cuantos recuerdos,
clavados en mi corazón
te fuíetes sin un beso
de despedida, pero yo,
tu hija nunca te olvida
un ramo de flores
para adornar tu morada
mis ojos se han quedado secos
de tanto llorarte
¡ Cuanto sufrimiento !
y con que valor lo enfréntastes
padre, que corta es la vida
y que amarga que sabe
y que poco la valoramos
solo nos damos cuenta
cuando se vé el vacío que se deja
y el alma se inunda de tristeza
pero, mi esperanza
de verte algún día
siempre, siempre, siempre
estará latente en mi corazón...