Atardecer de silencios...
Es la última curva del camino
cuando ya el viento
silencia sus voces y sus ansias
de llegar más lejos…
donde el atardecer se hace crepúsculo
y la canción de cuna
se hace sueño.
Más allá de donde nunca
las voces han llegado,
donde no hay huellas ni sonidos
de pasos,
signos de vida
marcas de besos
ni cristales traspasados
por luces marcadas
con colores adheridos
a una imagen copiada
y sustentada por raíces
profundas y verde vida…
más allá del más allá…
Allá donde no hay nada
y nada de ello se ha conocido,
allá donde el silencio
es tan profundo y amplio
que se transforma en todo
y también en nada
Las luces y los brillos
son iguales al silencio
y al espacio sin límites
y sin cuerpo
donde todo es nada
porque nada es figurado,
donde nada es fin
y el fin es nada…
Partida y llegada
en el mismo lecho
de un río circuito
que se hace eterno.