Hablaban de los sonetos
y también de sonetillos;
revisando en mis bolsillos,
sin plata y muchos folletos,
me encontré algunos bocetos.
Pobretones y sin brillos,
por ser otoño, amarillos
y llenos de vericuetos.
Uno escribí en la pared,
sin mayores pretensiones,
más bien serán remezones
de poemas que se apagan
y que de noche divagan
pensando sólo en usted.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.