Hace días alguien al que aprecio me dijo “este no es un buen momento para enamorarse”…en principio no le hice mucho caso…pero la frase seguía retumbando en mi cabeza… ¿cómo es posible hacer una afirmación tan tajante?, ¿hasta eso se puede planificar?...sinceramente no lo creo…si ya es difícil hacerlo con las actividades diarias, que por mucho que planifiques no siempre salen bien ni se pueden llevar a cabo…¿cómo hacerlo cuando entran en juego los sentimientos?...me imagino que quien dijo esto seguro tendrá sus motivos para decirlo…motivos que se me escapan…soy consciente que nadie somos poseedores de la verdad absoluta…pero en tema de sentimientos, donde el corazón y el impulso manda…donde la razón por mucho que lo intente poco tiene que decir, no hay planificación que valga.
Puedo entender que por diversos motivos uno no esté predispuesto al enamoramiento…pero cuando llega…¿cómo oponerse a ello y a todas las sensaciones que desencadena y ello conlleva?...No , sinceramente no creo que se pueda hacer y menos planificarlo…
Lo cierto es que lo dijo tan espontáneamente y con tanta certeza, que nada rebatí (¡lo que ya es raro en mi!)…y ni hasta lo puse en duda…la seguridad que muestran algunas personas es sorprendente y me apabulla…de tal manera que ante tal aseveración la di por cierta…en tanto en cuanto era su verdad…pero es evidente que no la mía…sino ¿ como una simple frase se me iba a quedar grabada, dándole cuarenta mil vueltas en mi cabeza, y menos dando lugar a esta reflexión?...lo que está claro es que no todas las personas somos iguales, ni racionalizamos tanto las cosas…en ese sentido…soy distinta… y…”si ser distinto es un crimen, yo mismo me colocaré las cadenas “ ( Oscar Wilde)…