Hoy caminaba por el parque, te recordé
por mucho tiempo pensé haberte olvidado
pero hoy me sentí feliz, tranquilo, sonreía,
eso me recordó a ti, lo hermoso, lo sencillo,
de la tranquilidad que me causaba mirarte a los ojos,
sentía que veía tu alma
y bueno, mientras se puso a llover mis lágrimas se fundieron en ella,
y así me quedo, recordándote, esperándote, toda mi vida si es necesario.
Fernando Javier Quezada