J.R.Infante
Al principio fue Platón
Al principio fue Platón.
Sembré de libros mi pupitre
-nació la poesía-
y el mar de tus cabellos
me convirtió en Neptuno.
Tus ojos, mis labios, tu mirar,
mis suspiros, tu palabra, mi entusiasmo,
tu ausencia, mi figura, tu corazón,
mi primavera.
Llegaron los de lengua ligera:
muslos prietos que al tocarlos
te endurecen la vida. Labios
sonrosados, cuerpos gráciles
de miel tras escaparates de lujo.
Amigos;
se conjugan verbos. Se rompen barajas
la afilada tijera amontona
metros de film.
Me abraso la blanca carne
y no puedo alcanzar el ascua.
Un día queda el reloj
sin arena. Se transparentan
sus cristales.
Una nube llueve besos
y enfermo de por vida.
Los dedos se multiplican,
encuentro el nexo de unión
y amo—respiro sin diferencias.
Alguien, a mis espaldas,
repuso los granos de arena
¿amor? Si ¿Y los besos?
¿Y mis ansias de fundirme
contigo?.
¡Ay mis versos becquerianos!
¿Qué hago ahora tan solo?
El monte se volvió pared
y me da vértigo, si escalo.