Dicen que el negro es la ausencia de luz, yo veo la ausencia desde otro ángulo.
Veo ausencia en palabras, en aquellas qué frecuentaban mis labios y rozaban tus miradas.
Aquel sentimiento que antes sentía y que ahora se ausenta con cada hora que pasa.
La ausencia del amor de nuestras almas, que juraban promesas en noches y madrugadas. La ausencia de lo imposible que en nuestros corazones era posible.
Porque la ausencia de tu luz me afecta. ¿Porqué te ausentas luz? ¿Acaso te hace bien mi ausencia?
Se la ausencia de mis desilusiones y la luz de mis anhelos.
Porque tu ausencia es mi ausencia, y mi olvido es tu olvido, y partiremos a mundos distintos, cuando un día recordaremos con nostalgia que partimos del mismo mundo compartiendo un mismo sentimiento que eventualmente se ausentó en el olvido.
Y tal vez un día después de que encontremos lo que alguna vez anhelamos juntos,
choquemos como lo hace la luna y el sol y que el olvido haya hecho su trabajo.
Que nos desconozcamos como el primer día que nos encontramos.