Estas aquí
soplando ciegamente mi oído
fuerte aullido de la noche
que busca acercarme a la distancia
aquello que el tiempo olvida.
Viento, juegas conmigo
erizas esta piel llena de llanto.
Tu soplido
es el canto de la aurora
una sinfonía que nunca calla
el recuerdo de noche anteriores.