Es noche de amor
como ola fugaz que llegas
y en mi superficie te pegas
me chocas y te pierdes,
sin rumbo en esa partida.
A lo lejos quedo yo como prendida
y enterrada en lo profundo.
Siento que me golpeas el alma
en un jugueteo trota mundo.
Dejando en mi tu fuerza tenaz
y te alejas.
Aunque sé que vuelves.
La ternura me aproxima a ti,
donde descargas toda la ira,
toda tu pasión,
¡Se vuelves volcán en erupción!
y yo a la expectativa.
Te miro cuando te avecinas,
queriéndome perder
contigo a la deriva.
En la mirada cristalina
de tus ojos,
veo un brillo y sus destellos
me hacen calmar
cuando me mojo.
¡No quiero que te vayas!
Porque yo me miro en ellos.
La roca se vuelve arena,
llevándome la ola de nuevo
a tus benditos antojos.
¡El día llegó y no lo sentí!
Ahora eres ola que calienta el sol,
me sigues dando amor
y en tu ternura me dormí.