Me caga como me ignoras cuando te cuento algo,
como si pretendieras no escucharme azotando las puertas,
disfrutando del hecho de que casi no soltamos palabras,
porque siempre estás ocupada o yo me salgo.
Me caga llamarte y que no respondas,
entonces ¿para qué carajos tienes celular?
seguramente ya me estáras diciendo tus frases sabiondas
que tarde o temprano me harán molestar
Me caga que me ordenes a levantar mi cuarto,
como si suficientes cosas no tuviera que hacer en el día,
¡ya déjame en paz! ¡escúcha! ¡lo hago al rato!
te grito hasta que entiendas, sinceramente con cobardía
¡Me caga, mamá! ¡Me caga! ¿No entiendes, que me caga?
Me cagan tus gritos y tu mal humor,
tu desquite y tu: \"¡esa luz sola no se apaga!\"
tu autoridad y tu \"¿ya llegaste?\" tan jodedor.
Me caga mi egoísmo y mi imaginar que soy el centro del mundo,
me caga mi poco valor y como sin pensar, me alejo,
me caga pensar que de alguna manera mi capricho será cumplido,
como si lo mereciera, arrastrando mi ego viejo.
Me caga... como la vida pretende darme lecciones
las mismas lecciones que tú siempre me das
pero que no escucho, ignoro y cometo estupideces,
así mismo la vida me dice: \"lo que entregas, recibirás\"
Me caga ser una cobarde, me caga no poder decir: \"perdón\"
que este ego se llene de dominio, creciente con tantas armas,
y que tú con tus ojos de angustia me mires sin alguna condición
y que yo no pueda entender que no dices nada porque me amas...
Me amas apesar de mis mil errores y mis mil blasfemias
me amas apesar de mis groserías y mis caras largaas
me amas apesar de mis silencios largos si algo me molesta,
me amas apesar de mi inconcencia absurda y mi actitud que apesta...
Recuerdo un libro que me diste: \"Para mi hija que ha crecido\"
y yo con lágrimas en los ojos leí y re-leí cuantas veces pude,
¿cuántas dosis de abrazos de ti no he recibido?
desde mi inmadurez de adulta, ignorando todo defraude
Y me vi necesitada de ti como un crío de su progenitora
¡me vi necesitada y fingí demencia!
en la que no me percate ¡no vi la hora!
pero tu ya estabas recostada en una camilla de emergencia...
Te soy sincera, necesito que me protejas con tus brazos en este momento,
como si nada sucediera, como si todo con tu calor se lo llevara el viento,
tengo miedo, siento culpa, me siento desamparada,
y es que en este caso, siento que no supe aprovechar tu mirada...
Cobijame con tus acurrúcos, acuéstame a tu lado cuando tengo pesadillas,
háblame de tus turnos nocturnos, mándame por las tortillas...
haz nuevamente ese ruido molesto cuando trato de ver alguna película,
muéstrame tu cicatríz de cuando te quitaron la visícula
Hoy desperté con un antojo tremendo de esos cuernitos de tanto amor,
que me hacías para el colegio y yo saboreaba desde su olor,
extraño tu sonrisa de oreja a oreja cuando bailaba en los festivales
y aquellos gestos tuyos cuando uso vestidos fatales
tus recetas medicinales improvisadas y recordarme que los cholos no duermen,
los regaños que merecía por rebeldía y llevarme bolsitas en el camión por si mis tripas se me revuelven,
¿te mencioné que pareces disco rayado? por que siempre me repites las órdenes del día
y tus caras al ir a Francia de un niño impresionado, que me llenan de alegría.
tu formación al recordarme decir: \"por favor\" y \"gracias\"
tu manera de callarte todo, y sacar palabras rancias,
me enseñaste a pensar y siempre ver el consecuente
me enseñaste a luchar y no rendirme... aunque cueste.
la creación del hábito y el sacrificio,
el respeto a la familia, al arte y el oficio.
tus lágrimas de límite y tu sudor ejemplar
me hacen sentir culpable, la verdad me hacen temblar...
te necesito besando mi frente,
te necesito recordándome lo que es ser valiente,
te necesito diciendome: \"tú eres muy fuerte
y que no te importe nunca lo que diga de ti la gente\"
y que incongruencia al decirte todo esto hoy
siento que mi garganta se está dando un ahorcón
y sé que apesar de toda la miseria que soy
siempre aceptaste mi mudo \"Perdón\"...
por —Nadia Almazán.