Amalia blanca
de coral y rosa,
que os deshacéis
silente...
entre basalto herido,
vestida de amapola
y de ambarino
olvido...
licuada
en el océano...
de su rima,
desnuda
de pesares...
e impura lozanía,
en el amago
desamortizado...
y apenas
desgastado,
de su cristalina...
y desnaturalizada
ausencia.