Eran las siete cuarenta y seis de la noche
algo aun temprano para sucumbir
ante los brazos de Morfeo y la belleza de Nyx
sin darme cuenta caí…
y fue entonces cuando te soñé
en medio de penumbras te vi
vestida de gala yo me encontraba
solo levitaba hasta llegar a ti
tu voz era tierna; no querer oírte era inevitable
mi voz no era sutil, ni delicada
pero en mis manos, llevaba mil poemas; escritos para ti
y tu; pedías que yo los declamará
Morfeo cuidaba de mi sueño
y aproveche esa noche que Nyx me entregaba
¡para sentarme a tu lado! y soltar cientos de poemas al viento
¡para contemplarte!, y… recitártelos; uno, a uno
no existía nadie mas
solo tú y yo
Morfeo y Nyx
mi sueño; y mis poemas
esta noche te soñé
de nuevo te tuve junto a mi
tenerte tan cerca me permitía ir mas allá
de contemplarte; y de recitar cada poesía escrita para ti
pero decide mantener intacto ese sueño
la noche, mi bello traje de gala…
tu mirada fijada en mi
la dulce melodía de un violín; y mi voz para ti
¡oh; Morfeo, Morfeo!
me regalaste el mejor sueño
donde el solo fue mío
y mis poemas fueron de el
recite y recite, vestida de gala
que lo extrañaba
que lo deseaba
pero sobre todo… ¡que yo lo amaba!
A las siete cuarenta y seis de la noche…
¡TE SOÑE!
Mia Aragon
18/05/2017