¡No sabía que te gustaran las habas con jamón!
pues ya lo sabes, además estas que nos hemos
comido en este bar son las mejores que he
probado en mi vida, !qué! ¿ Nos vamos ya?
Javier y Santiago se lanzaron a la aventura en
una sala de baile recién estrenada en la ciudad,
llamada Ocean ¿Qué, te apetece una copa Javi?,
vamos con ella Santi, ¿Qué te pido brother?
un ron con cola porfa, ¡marchando!
Cada uno con su copa se colocaron en el lugar más
animado de la fiesta para imbuirse de toda la dicha
que flotaba en el ambiente. Enseguida se acercaron
a un grupo dónde reconocieron a una chica, Anabel.
Javi, ¿Qué tal Ana?¡ cuánto tiempo!
Anabel respondió con un mohín de disgusto que se
volcó sobre la cabeza de Javi como un torrente de
agua helada.¿¡Dónde vas Javi, no te vayas!?, ¡por
favor, no me dejes con la miel en los labios!
Reconoció Javi al día siguiente, una vez que las
aguas,como dijimos heladas, bajaron a la calma de
la marisma,que la ruptura fue dura por que estaba
muy enamorada pero Javi no se sabía compartiendo
minutos de rutina. Quizás su amor no fue suficiente
tempestad que llenara sus embalses, solo batibles
por la presión de una locura embriagadora, para dar
su libertad y dejarla en la estacada de la derrota.
Lo que prometió ser una noche memorable se trocó por
designio del destino, y por su escasa fortaleza mental,
en una velada aciaga. Santi no tuvo ánimos para seguir,
después de dejar a buen recaudo a su amigo, en cama.
Javi casi no concibió el sueño pensando en la maldita
ironía del azar.
Reconoció que le dolía su dolor, y que su proceder para
con ella fue muy mejorable.
¡Me gustaría hablar con Anabel, Santi!
¿Crees que es buena idea?
A buenas horas mangas verdes...