Madre mía:
Con dulzura te llevo en mi pecho
aunque estés en el cielo madrecita,
porque eres el rosal de mi alma
que llena de amor y dulzura mi vida.
Desde niño me cuidaste
y aprendí lo bello de la vida,
como se ríe, se sufre y se llora
por un amor puro y sincero
el cual nunca se olvida,
y por él todo,todo se entrega,
hasta nuestra propia vida.
Eso hiciste conmigo madrecita querida,
el señor te acogió en el cielo
pero eres parte de mi vida,
mucho,mucho te extraño
y te necesito Madre mía,
eres la rosa de mi alma
que jamás se marchita.