La luna me pregunto qué porque estaba triste y yo llorando le dije lo mucho que te extraño, que mi alma se muere en el abismo, que ya no queda lágrima alguna que puedan derramar mis ojos.
Y ella me dijo no llores más que ella también te extraña, y al igual que tú sufre desde aquella despedida, porque aunque ya han pasado más de dos años mi corazón sigue diciendo que te amo.
Pero de qué me sirve saber que tú me extrañas si no puedo tenerte conmigo, de qué me sirve estar vivo si cada día me muero en mi soledad.
Quisiera morir y volar por el cielo y llegar hasta donde hoy te encuentras, pero tal parece que ni la muerte quiere que estemos juntos.
Pero aquí seguiré caminando sin rumbo y buscando ese camino que me lleve al infinito y sentir de nuevo el suspiro de tu alma, adiós mi amor, no pienses que te he olvidado porque sólo espero a morirme para de nuevo estar a tu lado.