Cuando en tu corazón se despierte el amor primero
y cabeza y corazón empiecen a batallar
cuando a solas ya no atines, si, reír o llorar
cuando tu pubertad exhale su adiós lastimero.
Mariposas de colores tu cabeza rondarán
y tu corazón latirá con ritmo acelerado
A tu puberto cuerpo, del pudor templo sagrado,
nutrido amartelamiento tus oídos oirán.
Sois la temprana aurora de tí misma, y, como tal,
desdeñando consejos, a los placeres te entregas.
potranquita desbocada, cuidado si tropiezas,
amapola que te abres en medio del trigal.
Virginales labios purpúrea granada abierta
fruta que a calmar en ella la febril sed convida.
Caminando por las calles cantándole a la vida
para mirarte, los mozuelos salen a la puerta
Mozuelos tened mucho cuidado
entre un puberto labio y otro colorado.
El amor está, de su veneno armado.
Cimbrando tu bello cuerpo con tu alegre caminar
tus asustados pendones, esquivos se ladéan
y, a tu blusa de nácar dos volcanes golpean
como si de sedosa cárcel quisiérance escapar.
Ingresas al mundo como limpio copo de nieve
sola, muy sola, con tu inmaduréz e inexperta
no malgastes tu primavera, mi bella puberta,
ya que la vida, siendo bella, también es muy breve.
Disfruta la fragancia de las rosas mañaneras,
que en poco tiempo, en el aire ellas se desvanecerán
el viejo tiempo, pronto, muy pronto, te enseñará,
que una efímera flor jamás duró dos primaveras.
Autor: (mariocaba) mayo-17-2017.