En la playa, deslucida la luna me alumbra,
pero el camino amargura grita dentro mío,
el grito me avergüenza y en el alma siento frío,
al que también llenó de dolor y penumbra.
Me retrata el silencio y silente me acostumbra,
en la playa última perdiéndome en desvarío,
en el puerto sin sol ni luna a la noche desafío.
Solo metáfora en oración me vislumbra.
Removiendo pasado agito mil matorrales,
buscan misterios mis manos frenéticamente,
otra vez credo heredada acude en mi mente,
antes de oscurecer, espera auroras otoñales,
en el río se ahoga mi luz, con mi deseo.
Lame mi boca sed de ayer en vago paseo.
Autor: Alcibíades Noceda Medina
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Donde esta belleza que dibujó su sonrisa y su beso óleo derramándose para gloria de mis besos…